NUTRICIÓN INFANTIL

La nutrición empieza en el periodo gestacional, con el aporte de nutrientes, adecuado para el correcto desarrollo del feto a lo largo del periodo de embarazo hasta el nacimiento.

Tenemos una ventana de oportunidad en los primeros mil días de vida del ser humano desde el día de la concepción hasta los dos años de edad para aportar a ese ser en formación, a nivel de cada tejido las sustancias que cada célula necesita para su crecimiento y desarrollo óptimos.

Un estudio realizado en la universidad de Harvard en Estados Unidos, determinó que hasta en 70 % de accidentes cerebrovasculares y cáncer de colon, un 80 % de las cardiopatías adquiridas y un 90 % de casos de diabetes tipo II, se pueden evitar con una adecuada nutrición.

Para los pediatras, el estado nutricional es como nuestro quinto factor vital después de tomar al paciente la temperatura, la frecuencia cardiaca y respiratoria además de la tensión arterial.

Nos permite tener una primera impresión de su estado nutricional y asesorar de manera adecuada a la familia.

La nutrición debe ser integrada en la vida de nuestros infantes, escolares, adolescentes y sus familias, recordando que una adecuada nutrición requiere de un balance entre la ingesta de alimentos y la demanda de cada tejido corporal.

Este balance debe lograrse de manera temprana para el aporte de carbohidratos, proteínas, grasas de buena calidad, vitaminas y minerales, cuya ingesta es dependiente del sexo del paciente, su peso y el periodo de la vida en la que se encuentra, respetando las costumbres familiares, optimizando la ingesta de nutrientes esenciales. Nuestras metas deben ser:

  • Mejorar el estado nutricional del niño en crecimiento
  • Identificar las oportunidades de comunicación entre los pediatras y la comunidad
  • Elaborar guías de alimentación para padres o cuidadores de los niños
  • Identificar los riesgos de trastornos nutricionales asociados a la ingesta de comida fuera del entorno familiar

Los niños deben tener una actitud positiva hacia la comida y deben cultivarse en ellos hábitos saludables de alimentación desde una edad tan temprana como el periodo de lactancia, reconociendo los signos de saciedad, para no sobrealimentarlos y no usar la lactancia como un recurso para calmarlo durante sus periodos de ansiedad.

La familia es el núcleo más importante para la nutrición del niño por varios factores:

  • Son los proveedores de los alimentos
  • Transmiten las preferencias alimentarias y los valores de determinados alimentos, afectando las costumbres alimentarias de los niños
  • Establecen el entorno social en los que el niño se alimenta

Si queremos establecer metas generales desde el punto de vista nutricional debemos considerar las siguientes:

  • Mantener un peso dentro del rango normal
  • Aumentar el consumo de frutas, verduras, legumbres y frutos secos
  • Sustituir las harinas de cereales por granos enteros
  • Limitar el consumo de sal y azúcar
  • Reemplazar las grasas saturadas por grasas insaturadas como el aceite de oliva

Esta es una tarea permanente de los pediatras y el entorno familiar que requiere tiempo, dedicación, paciencia, firmeza y flexibilidad para lograr conductas alimentarias saludables.

Categories : Nutrición Infantil

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *